Bodegas
La Palma alcanzó la cima de su esplendor vinícola a finales del siglo XIX y desde entonces no ha dejado de producir magníficos brandys, vinagres y vinos, que le han convertido en una parada de gran atractivo turístico para el visitante. Sus bodegas ofrecen una oferta rica en sensaciones y sabores variados que no quedan en el olvido, vinos con denominación de origen que atesoran una gran tradición labrada a lo largo del tiempo. Al entrar en ellas queremos que el turista forme parte de nuestra familia, de nuestra solera.